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Tiburcio solía cabalgar junto a él y procuraba consolarle y entretenerle con pláticas amenas y con juiciosas reflexiones. El mal y el bien dijo una vez , la próspera o la adversa fortuna carecen a menudo de ser real y dependen de nuestro modo de entender las cosas. De aquí que yo pueda afirmar razonablemente que no debes quejarte de tu suerte, sino tenerla por próspera.

De todo lo dicho se infiere que debemos propender á que salgan en España las letras amenas del apartamiento en que viven, con respecto á la generalidad del público, y lo que es más de sentir, con respecto á lo que ahora llaman high life, en cuyos centros rara vez se ve un libro en castellano. Alguna culpa tienen de esto los bibliófilos.

Su inclinación al estudio sufrió notable menoscabo durante este tiempo; sin embargo, terminó la carrera con regular lucimiento. Una vez en posesión del título de abogado, no volvió a abrir un libro de derecho; los momentos que el placer le dejaba libre consagrábalos a la lectura de obras amenas, lo cual era también un placer.

Anduvo por mil y mil calles de Persepolis; vió otros templos mas bien adornados, adonde concurria gente mas culta, y donde se oía una harmónica música; reparó en fuentes públicas, que aunque defectuosas hacian maravilloso efecto; vió frescas y amenas calles de árboles, jardines donde se respiraban los mas exquisitos olores, y se vían reunidas plantas de los mas remotos pueblos.

Señores pudo decir al cabo con voz temblorosa si un juramento solemne no me obligara a permanecer en el ostracismo que voluntariamente me impuse hace tantos años, o mejor dicho, que me impusieron el fanatismo y la injusticia, si eso no fuera, yo volvería con mil amores al seno de aquella sociedad de la que fuí fundador con otros seis o siete amigos. ¿Y cómo no, señores, si allí corrieron los mejores días, para , en pláticas provechosas y amenas con el elemento más culto de la población?

Nada tendríamos que ganar con hacer la guerra á la Triple Alianza; pero como también sería duro pelear contra nuestros simpáticos vecinos los franceses, amables difundidores por el mundo de las letras amenas y de las artes elegantes y deleitosas, lo mejor y lo más cómodo sería permanecer neutrales, á pesar de lo que he citado de Machiavelli.

Una sonrisa feliz vagaba por los labios de ellas y ellos. Entre cánticos melodiosos, entre amenas pláticas y bromas delicadas se pasó la tarde. Los revisteros podían decir, sin faltar a la verdad al día siguiente, que los "viernes del Supremo Hacedor" eran deliciosos, y que la marquesa de Alcudia hacía los honores en su nombre con exquisita amabilidad. Al cabo, la piadosa reunión se dispersó.

Cualquier ciudadano pacífico, incluso los poetas líricos, puede pasar un rato agradable viendo desfilar una muchedumbre de Margaritas rubias y morenas con las cuales se pudieran empezar novelas tan amenas, si no tan famosas, como la de Fausto. Además, en el centro del paseo hay un estanquillo. La acera de Recoletos termina en la plaza de Colón.

Imagina, sin que nadie se lo quite de la cabeza, por no conocer sin duda lo de tiempo que se gasta, lo de papel que se embadurna y lo de afanes que se producen con nuestro complicado expedienteo, que las horas de oficina transcurren en amenas pláticas, fumando los oficinistas exquisitos puros y regalándose con frecuentes piscolabis.

Tanto me atormenta esta idea y tanto cavilo sobre ella, que mi admiración por la belleza de las cosas creadas; por el cielo tan lleno de estrellas en estas serenas noches de primavera, y en esta región de Andalucía; por estos alegres campos, cubiertos ahora de verdes sembrados, y por estas frescas y amenas huertas con tan lindas y sombrías alamedas, con tantos mansos arroyos y acequias, con tanto lugar apartado y esquivo, con tanto pájaro que le da música y con tantas flores y yerbas olorosas; esta admiración y entusiasmo mío, repito, que en otro tiempo me parecían avenirse por completo con el sentimiento religioso que llenaba mi alma, excitándole y sublimándole en vez de debilitarle, hoy casi me parece pecaminosa distracción e imperdonable olvido de lo eterno por lo temporal, de lo increado y suprasensible por lo sensible y creado.