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Tambien se advierten, entre los sonidos peculiares á la lengua, la u débilmente nasal, la x, la a muda, la ch y algunas terminaciones en an y ain, las únicas que se notan al fin de un número limitado de voces, pues todas acaban invariablemente en vocal.

En seguida el terreno se levanta de nuevo hácia el occidente, tambien en escalones, forma las cadenas del Jura, y al llegar á los puntos culminantes desciende sobre Francia, en anfiteatros y planos inclinados, para perderse en los valles del Doubs y el Ain. Los dos sistemas de montañas difieren en todo.

En casi todas las comarcas del mundo, los campesinos han tenido la natural idea de asimilar el nacimiento del arroyo á la cabeza de un animal inmenso: para ellos la fuente es el «Jefe del Agua», Ras el Ain.

Al dejar la estacion de Macón, siguiendo la direccion hácia los contrafuertes meridionales del Jura, al traves de los departamentos de Saona-y-Loira y Ain, el paisaje comenzó á presentar un aspecto mas risueño y hermoso que el de las llanuras burguiñonas.

32 y Lebaot, Silhim, y Aín, y Rimón; en todas veintinueve ciudades con sus aldeas. 33 En las llanuras, Estaol, y Zora, y Asena, 34 y Zanoa, y En-ganim, Tapúa, y Enam, 35 Jarmut, y Adulam, Soco, y Azeca, 36 y Saaraim, y Aditaim, y Gedera, y Gederotaim; catorce ciudades con sus aldeas. 37 Zenán, y Hadasa, y Migdal-gad, 38 y Dileán, y Mizpa, y Jocteel, 39 Laquis, y Boscat, y Eglón,

11 y descenderá este término desde Sefam a Ribla, al oriente de Aín; y descenderá este término, y llegará a la costa del mar de Cineret al oriente. 13 Y mandó Moisés a los hijos de Israel, diciendo: Esta es la tierra que heredaréis por suerte, la cual mandó el SE

15 a Holón con sus ejidos, y a Debir con sus ejidos, 16 a Aín con sus ejidos, a Juta con sus ejidos, y a Bet-semes con sus ejidos; nueve villas de estas dos tribus. 17 Y de la tribu de Benjamín, a Gabaón con sus ejidos, a Geba con sus ejidos, 18 a Anatot con sus ejidos, a Almón con sus ejidos: cuatro villas.

Poco despues, cuando habíamos salvado por un hermoso puente el rio Ain, afluente del Ródano, y la noche cobijaba ya con sus vagas sombras el bello paisaje de las campiñas bresanas, el tren se lanzó en un laberinto de estrechos y profundos callejones formados por vallecitos muy tortuosos que sirven de lecho á un limpio riachuelo.