United States or Myanmar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Su semblante, que hasta allí había ido sombrío, pálido, contraído, se dilató; su boca estereotipó su maliciosa é insolente sonrisa de bufón, sus ojos bizcos empezaron á moverse y á lanzar miradas picarescas, y su andar, sus ademanés, todo se trocó. Sacó del bolsillo un cinturón de cascabeles y se le ciñó. Luego atravesó dando cabriolas las galerías de palacio.

Miguel Fedor vió á un señor que, efectivamente, era «la distinción personificada»; atento con todos, muy digno en sus ademanes, parco en las palabras, y que pasaba encerrado largas horas, estudiando, según decía la princesa. Le preocupaba la política de su país, y su ilusión era volver al Parlamento, de donde le había hecho salir una derrota electoral.

Concédame usted para mi pecado añadió con ademanes de la más esmerada cortesía , siquiera la tolerancia que no negará a los hombres cultos de las ciudades, apasionados de los buenos cuadros y de los buenos libros. Aun así, y usted perdone mi insistencia observé con un tesón que no era todo sinceridad ni del mejor gusto , no me sale la cuenta que usted se echa a propio.

Los que oían a don Álvaro se figuraban presenciar aquellas escenas de amistad íntima, tranquilas, dulces, llenas de expansión y confianza; en el rostro del seductor, en sus ademanes, en las sonrisas, en la voz, se reflejaban, por virtud del recuerdo, la bondad suave, el aire bonachón y entrañable, la franqueza sencilla, noble, familiar, la habilidad casera, todas las artes y cualidades que hacían vencer a Mesía en lides tales.

Ni en las mangas del chaquetón ni en parte alguna del traje usaba el menor distintivo; pero, en cambio, su caballo era la mejor de las tres bestias. A juzgar por los ademanes que hacía y la respetuosa atención con que los otros le escuchaban, debía ser el que acuadrillaba la partida. Lo que pasó luego fue horrible crueldad.

Y ella, después de haberse puesto bien en la silla y prevenídose con toser y hacer otros ademanes, con mucho donaire, comenzó a decir desta manera: «Primeramente, quiero que vuestras mercedes sepan, señores míos, que a me llaman...»

Mas el pintor tenía la atención puesta en otro punto y temía que aquel libre chisporroteo ahuyentase la caza que perseguía. Poniéndose serio y con ademanes de hombre sensato y convencido principió a decir lentamente: En este asunto de la fidelidad conyugal pienso que casi todos nos equivocamos.

¿Ha tomado usted con exactitud las medidas? dijo éste, al fin, en voz baja. Perfectamente repuso D. Pantaleón muy quedo también. ¿No se habrá corrido el compás? Ni un milímetro; estoy seguro. Moreno sacudió la cabeza con gesto dubitativo, mientras su amigo continuaba asegurando por medio de expresivos ademanes la exactitud de los datos antropométricos que había tomado.

Rechazó como debía aquella absurda especie del maniquí y explicó cumplidamente la significación que González tenía dentro del municipio y la posición que él mismo ocupaba. Pero lo hizo con tal exaltación y ademanes tan descompuestos que las damas le contemplaban sorprendidas y risueñas.

¡Lo sabe! ¡Qué exageraciones! exclamó aquí Leticia, no si por contener a Sagrario, o por irritar más sus intemperancias geniales. ¡Exageraciones! replicó la rubia imitando la voz y los ademanes de su amiga . ¿Por qué? ¿Porque digo lo mismo que estás pensando?