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Tomó el documento en sus manos, sonriéndose a su vez de la ocurrencia mía. El coronel Sarto y Federico de Tarlein me acompañarán continué. ¿Va Vuestra Majestad a ver al Duque? preguntó en voz baja. ; al Duque y a otra persona a quien necesito ver y que se halla en Zenda. Quisiera poder ir con Vuestra Majestad dijo retorciendo el blanco bigote. Quisiera hacer algo por el Rey y su corona.

Y como llegasen cerca de las puertas del café de la Aurora, que dejaban pasar la luz amarilla y cruda del gas, ocurriósele, por fin, la liliputiense estratagema, y con felina amabilidad dijo la viuda: Y ahora, ¿qué se hacen? Nosotros pensábamos entrar a tomar un refresco.... ¿Nos acompañarán ustedes? Un sorbetito, cualquier cosa....

El convite tiene un carácter especial; se trata de una reunión de caza a que debe asistir un personaje de sangre real que se ha dignado designarme entre las personas que desearía lo acompañaran; me propongo, pues, partir mañana. ¡Es lo mejor! asintió, la señora de Aymaret.

TERPSY. ¡Para todo, señorita...! Mi enseñanza no hace mas que expresar con ademanes los sentimientos sugeridos por la música: de esta suerte, yo la acostumbro a usted a guardar en el oído ciertas frases líricas; éstas acompañarán su vida en lo sucesivo.

Los hombres y las mujeres coexistimos en la plaza pública. Vote usted, señora, imite usted a las matronas espartanas que se arremangaban las túnicas y declamaban en la ágora. ¡Mil votos por mi general! Señores, ¿quieren ustedes designar el siguiente candidato? preguntó el doctor. Por el doctor Trevexo, señores. Espero que todos me acompañarán a votar por él vociferó don Pancho.

El rector lo entendió muy bien, y confiando en san Francisco Caracciolo, dio otro paso adelante; la fiesta de la primera Comunión había de celebrarse el 19 de marzo, día de san José, y parecía natural, era muy conveniente, sería muy edificante que él, padre del niño, y la señora condesa, su madre, le acompañaran a la Sagrada Mesa. También aceptó Villamelón.

La conozco bien. Allí está el monasterio con su vieja torre parda. Permitidme que una moneda al venerable ermitaño que allí véis, sentado en aquella piedra junto al camino. Suspendió el anciano sus preces para aceptar la dádiva del arquero. Soldados sois á lo que veo, hijos míos, y mis oraciones os acompañarán en vuestras empresas. De España venimos, reverendo padre, dijo Tristán.

Que murió no puede dudarse, por la índole incurable de su mal, pero nadie sabe cuándo ni cómo se extinguió aquella miserable vida, ni hay noticias del lugar de su sepultura. Acabó en el misterio, enteramente a solas si no le acompañaran el dolor y su conciencia, única compañía que le cuadraba. Era sábado.

Nada quiero decir de la arquitectura del Palacio, porque los grabados que acompañarán á la obra, darán una idea más exacta que todas las descripciones que yo pudiera hacer, y paso á su reseña histórica.

La invitación resulta egoísta, no lo oculto. Pienso permanecer aquí hasta que se restablezca la tranquilidad de Europa y la vida vuelva á ser agradable. Sólo con mi coronel, acabaríamos por odiarnos los dos. Ustedes me acompañarán en mi agujero. Quedaron los tres estupefactos por la inesperada proposición. Novoa fué el primero en recobrar la palabra. Príncipe, usted apenas me conoce.