United States or Guernsey ? Vote for the TOP Country of the Week !


Se encuentra de nuevo en la lucha de las aguas que chocan, pero avanza lentamente, sin embargo, para llegar bien pronto bajo la masa del arroyo que se despeña; entonces, como animada de un súbito arranque de la voluntad, se sumerge en el pequeño abismo, dando una serie de piruetas.

Cada ser humano la crea en y para , sumergiéndose en el abismo de su propia alma, con intuición sólo eficaz cuando el alma está ya purificada y educada, exenta de egoísmo, libre de pasiones, apetitos y concupiscencias vulgares y apta para entrar en el santuario íntimo de la conciencia suprema, donde todo es uno, el conocer, el que conoce y lo conocido.

Abultaban su volumen una docena de zagalejos bajo la rameada falda, y cuando se sentaba abría las piernas de tal modo, que, combándose las ropas, formábase entre sus muslos de yegua rolliza un abismo insondable.

Los Carvajales son llevados á una empinada peña y precipitados desde ella en un abismo; pero antes de dar tan mortal salto emplazan solemnemente al regio juez y á sus acusadores ante el tribunal de Dios en un plazo determinado.

Aquí alzaron las dos de nuevo los gritos al cielo; allí se renovaron las maldiciones de los libros de caballerías, allí pidieron al cielo que confundiese en el centro del abismo a los autores de tantas mentiras y disparates. Finalmente, ellas quedaron confusas y temerosas de que se habían de ver sin su amo y tío en el mesmo punto que tuviese alguna mejoría; y fue como ellas se lo imaginaron.

Saltó con ímpetu al fondo del abismo. Al caer sobre las piedras de la orilla se deshizo la cabeza: quedó muerta en el acto: el niño salvó milagrosamente. El vientre de donde había salido le sirvió ahora de resorte para no despedazarse. Un marinero viejo, que andaba a la sazón por entre aquellas peñas a la pesca de pulpos, oyó el ruido y prestó los primeros socorros al niño.

Mi marido nació para cursi y morirá en olor de santidad». Esto no quitaba que le envidiase, pues iba viendo los sinsabores que trae y lo caro que cuesta el no querer ser cursi. La infeliz estaba rodeada de peligros, llena de zozobras y remordimientos, mientras su esposo dormía tranquilo al lado del abismo. Dormía como si tuviera muy lejos la vergüenza que tan próxima estaba realmente.

El malestar que la conducta libre de su esposa le causaba no disminuía con el tiempo. El abismo que los separaba era cada vez más profundo. Por eso, la airada venganza cogía esta ocasión por los pelos. Clementina le miró un instante. Luego, encogiéndose de hombros y haciendo con los labios una leve mueca de desdén, dió la vuelta y se dispuso a salir de la estancia.

Como debo. ¡No quiero, ¿entiende usted? que sus inicuos artificios arrastren al abismo a quien no es culpable! ¿Usted ama la verdad sobre todas las cosas? ¿Es un sagrado deber de usted el descubrir la verdad? ¿Usted es el delegado de la sociedad para hacer justicia? ¡Pues bien, diga usted a esa sociedad y el tono de su voz se alzó casi hasta el grito, dígale usted que yo he muerto a esa mujer!

En cuanto a vituperio, échesele encima todo el que haya disponible, pero al mismo tiempo... bueno será indagar qué causas le llevaron a tan horrible extremo de desesperación... yo observaría si la sociedad no le ha dejado abierta, desamparándole en absoluto, la puerta de ese abismo horrendo que le llama.... ¡Desamparado de la sociedad!