United States or Italy ? Vote for the TOP Country of the Week !


En otros momentos gemía y se mordía las uñas, conteniendo su furor... Catalina, como se diese cuenta, con su instinto de mujer, que el mono nunca se atrevía a atacarla, continuaba el amaestramiento impávida y decidida... En un momento en que, después de varias equivocaciones del discípulo y de los consiguientes golpes de la maestra, Cónsul se clavaba las garras en los muslos para desahogar su furia, entró el sirviente con un plato en las manos... No bien lo vio, abalanzose el enfurecido animal sobre él como dispuesto a matarlo... Un grito a tiempo de Catalina lo contuvo, y el criado pudo retirarse bien librado, a costa de unos pocos rasguños.

Pasa, hija mía, pasa. Esta sintió encogérsele el corazón al ver el rostro pálido y marchito de su madre. Abalanzóse a ella y la besó con efusión. ¿Te sientes bien, mamá? ¿Cómo has pasado la noche? Perfectamente.... Tengo mala cara ¿verdad? ¡No! se apresuró a decir la dama. , . Ya lo he visto al espejo.

Dijo la palabra insultante, pero apenas si se oyó. Fermín abalanzose a él con tal ímpetu, que rodaron las sillas y tembló la mesa, deslizándose con el empujón hasta la pared. Llevaba en una mano la navaja de Rafael, el arma que había olvidado dos días antes el aperador en aquel mismo colmado.

La esposa de Cuadros, que respondía a sus amigas con sonrisas de conejo y parecía muy preocupada por pensamientos tristes y misteriosos, abalanzóse a doña Manuela, saludándola con apretado abrazo y sonoros besos. Parecía una desesperada que encuentra al fin el medio de salvación. Tenemos que hablar, doña Manuela le dijo al oído . No, ahora no; después se lo contaré todo. ¡Ay, si usted supiera...!

Abalanzóse a ella Jacobo con grandes ansias, y sin mirar apenas el sobre, rasgólo en dos pedazos... Currita le devoraba con la vista, mas no pudo notar en su rostro señal de gozo ni satisfacción alguna; observó tan sólo una gran ansiedad mientras leía, y luego una honda preocupación que le duró toda la comida.

El centinela, imposibilitado por la consigna y por la verja para abandonar el puesto, abalanzóse a los hierros de esta y vio al hombre de la capa tendido en la acera; gritó entonces al cabo de guardia, dio a los fugitivos por tres veces la voz de ¡alto!, y con el fin de despertar la alarma, disparó el fusil por dos veces.