United States or Switzerland ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Oh, yo leo muy poco!... Soy muy holgazana... Papá dice que me estorba lo negro repuso la niña con su ingenua sonrisa y un poco avergonzada. Después añadió: Mira , Ricardo, no es verdad completamente lo que dice papá.

Otro jornalero más joven añadió, con una risa bestial: Anda como un perro detrás de esa gringa hermosota que huele tan bien y á la que llaman «la marquesa». Yo también, si pudiera... Y añadió algunas palabrotas que hicieron reir á muchos con expresión salvaje de deseo.

Don Anselmo llegó a confesar que le entraban ganas de ser cristiano; doña Manolita y su marido se sintieron más cristianos que nunca; D. Acisclo halló que su sobrino tenía casi tanto entendimiento como él, si bien aplicado a cosas menos prácticas; y doña Luz, embelesada, entusiasmada, añadió acaso, con su rica imaginación poética, mil quilates de hermosura, de novedad y de profundidad, al discurso del Padre, del cual no perdió ni una sola cláusula, comprendiendo el más hondo sentido del conjunto y de cada sentencia.

Se rezaba de comunidad el rosario de Nuestra Señora, y en la novena se añadió leccion espiritual todos los dias y pláticas, para disponer la gente á que se confesasen y comulgasen, como lo hicieron al fin de ella todos con mucha piedad.

Y el señor Pulido, dando vueltas a sus pulgares, añadió con suavísima sonrisa: ¡Oh, señora condesa!... Si usted quiere, con razón se llamará ese baile la dulce alianza... La dama extendió ambas manitas con gesto de cómico espanto. ¡Ay, no, no, Pulido, por Dios!... ¡Si así se llama la confitería de la Carrera de San Jerónimo!

Había hecho un viaje de Buenos Aires á Barcelona en el trasatlántico mandado por él. Esto fué hace seis años añadió . No; hace siete. Ferragut, que había sido el primero en presentir un conocimiento anterior, no llegaba á dar un nombre y un estado á esta mujer entre las innumerables pasajeras que llenaban su recuerdo.

A ver añadió dentro de un rato, venga eso y cogió el pasaporte y lo miró. ¿Y usted quién es? Un amigo del señor. ¿Y el señor? algún francés de esos que vienen a sacarnos los cuartos. Tenga usted la bondad de prescindir de insultos, y ver si está ese papel en regla. Ya le he dicho a usted que no sea insolente si no quiere usted ir a la cárcel.

Ayúdele usted a hacerle más expansivo... Es usted mujer, y estoy seguro de que sabrá arrancarle su secreto... Y ahora, señora mía añadió levantándose, voy a despedirme de usted... para mucho tiempo. ¡Todavía no!... Antes que se marche quiero que visite por última vez los jardines de Rosalinda.

¡Oh, por lo que he oído!... añadió lanzando una carcajada que resonó como el trino de un ruiseñor. Oliverio es un charlatán exclamé. De ninguna manera charlatán. Ha hecho bien en advertírmelo; sin él le atribuiría a usted una pasión desgraciada, y ahora ya lo que le preocupa: se trata de rimas añadió cargando la voz sobre la última palabra, que resonó de lejos como una alegre impertinencia.

Oído lo cual, añadió Lepe: Pues vaya cada uno por su lado; alguien he de encontrar que me lleve en coche o a la grupa, que yo no subo andando. Despidiéronse con la sonrisa en los labios, aunque odiándose, y puesto el pensamiento en su ambicioso propósito, emprendieron a hora distinta y por diversos lugares el camino.