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Prevenido, pues, el santo varón de tanta mayor caridad y celo, cuanto era necesario para tamaña empresa, y animados algunos de los más fervorosos neófitos, no sólo para ser sus compañeros, sino también para dar la vida en testimonio de aquella ley que iban á plantar entre los bárbaros, se puso en camino á los 4 de Agosto de 1707 y llegando el día de la Asunción de la Santísima Virgen á las riberas del río Zununaca, se encontró con los Zibacas, de quien fué recibido con muestras de grande amor, y Putumaní, su cacique, le regaló con mucha pesca y se partió á largas jornadas á su tierra, donde dió orden á sus vasallos que le allanasen el camino, y desde allí diariamente le proveyó de comida y bebida, hasta que entrando el Padre en su Ranchería le salió á recibir el pueblo, muchachos, mujeres, y aun las que criaban, con sus niños en los brazos; y el cacique le cumplimentó, no ya como bárbaro, sino con términos muy corteses, y llegando á la plaza le cercaron todos en rueda, y con semblantes y voces de increíble alegría, le daban la bienvenida, besándole la mano, y pidiéndole les echase su bendición.

Aunque el apostólico operario procuraba registrar todas las tierras de esta nación, no obstante, así porque era necesario abrir camino á costa de sudores y trabajos y por eso gastar mucho tiempo, como por donde quiera que entraba quería arrancar de raíz la idolatría y plantar la fe, y en esto se le pasaban meses enteros, no pudo los años antecedentes visitar y ver todas las Rancherías, para lo cual le fué preciso esperar á la primavera del año 1707.

La llanura de Almanza es célebre por la famosa batalla ganada allí por los Españoles, en abril de 1707, contra las tropas anglo-portuguesas, dándole á España la imponderable ventaja de cambiar de amos, puesto que los Borbones ocuparon con Felipe V el trono que la casa de Austria habia tan atrozmente inmortalizado. Todavía se conserva en la llanura el obelisco que conmemora el suceso.

El P. José Quiroga, uno de los miembros mas ilustrados y laboriosos de la Compañia de Jesus en estas Provincias, nació en 1707 en Fabás, pequeña aldea de la jurisdiccion de la Coruña, en Galicia. La proximidad de este puerto, y la continua conmemoracion que se hacia en su familia de los viages de un deudo que frecuentaba las Colonias, avivaron su natural deseo de visitarlas.

Sobresalía, en particular, en las comedias de Calderón y de Moreto, muriendo en 1707, á los veinticuatro años de edad. D. Leandro Fernández de Moratín. Cienfuegos. Reforma del teatro español y desaparición del sistema clásico. Gorostiza. Martínez de la Rosa. Bretón de los Herreros. Gil y Zárate. D. Ángel de Saavedra. Hartzenbusch. Larra. García Gutiérrez. Escosura. Zorrilla.

Sin ver logrado este deseo, falleció el conde de la Monclova el 22 de septiembre de 1702, siendo sepultado en la Catedral; y su sucesor, el marqués de Casteldos Ríus, no llegó a Lima sino en junio de 1707.

A que no pudiendo replicar el P. Fernández, esperó mejor tiempo para lograr sus deseos: y por estar ya á los fines de Diciembre y cerrados los caminos con las lluvias, se quedó en Tarija, confirmado en el gobierno de aquellas Misiones; y el año siguiente de 1707 volvió á ellas con otros dos operarios, el P. Pablo Restivo, siciliano, Misionero antiguo de los Guaranís, y el P. Juan Bautista de Zea con el oficio de Visitador, en nombre del Provincial, el cual pensaba abrir nuevo camino, porque había recibido orden el P. Felipe Suárez que desde el pueblo de San Joseph, allanase el camino, costeando el río San Miguel, porque se ahorraban muchas jornadas de viaje y se libraban de los vados peligrosos del río Guapay y por aquí habían ido antiguamente los Chiriguanás á caza de indios Penoquís, aunque les salió mal esta invasión, porque cogidos de los Penoquís en una emboscada, los pasaron á todos un palo por las entrañas, y así traspasados los levantaron en el aire y los pusieron á los lados del camino para muestra de lo que harían con otros si se moviesen á cosa semejante.

D. Saturnino Segurola, cuya liberalidad y benevolencia solo podemos retribuir con este testimonio estéril de nuestro agradecimiento. Buenos Aires, 28 de Enero de 1336. De un viage desde Buenos Aires á los Césares, por el Tandil y el Volcan, rumbo de sud-oeste, comunicado á la corte de Madrid, en 1707, por Silvestre Antonio de Roxas, que vivió muchos años entre los indios Peguenches.