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En el catálogo de comedias españolas de Juan Isidro Faxardo, que se halla manuscrito en la Biblioteca Nacional de Madrid, «Títulos de todas las comedias que en «verso español y portugués se han impreso hasta el año de 1716añade: «Y también se le dan á Lope la parte llamada 26, impresa en Zaragoza 1645; la parte 27, impresa en Barcelona 1633, y la parte 28, impresa en Zaragoza 1639, si bien estas tres partes 26, 27 y 28 se hallan por extravagantes, y sólo corrientemente se dicen 25 partes de Lope.» D. Agustín Durán me ha asegurado, por haberlos visto hace años, que efectivamente existen estos tres tomos, y acaso también el 29, aunque todo mi empeño en encontrar ejemplares completos de las mismas ha sido hasta ahora inútil; paréceme, no obstante, que he descubierto algunos fragmentos de las mismas.

Van insertas seis Loas y seis Jácaras, que los Autores de comedias han representado y cantado en los teatros de esta Corte. Por Luis Quiñones de Benavente: Madrid, 1645, y Barcelona, 1654, fol. 1. Seis comedias estudiadas Traigo, y tres por estudiar, Todas nuevas: los que cantan Letras y bailes, famososetc. Estos versos de Benavente, que cita el Sr.

Su Comtesse d'Orgueil, de El señor de noches buenas, de Alvaro Cubillo; Le baron d'Albikrac, de La tía y la sobrina, de Moreto; y Le galan doublé, de Hombre pobre todo es traza, de Calderón. Peor está que estaba, de Calderón, se representó ya en el teatro francés en 1645, por Debrosse, con el título de Les innocents coupables.

No hay amigo para amigo, No hay ser padre siendo rey, Donde hay agravios no hay celos, Casarse por vengarse, Obligados y ofendidos, Persiles y Segismunda, Peligrar en los remedios, Los celos de Rodamonte, Santa Isabel, reina de Portugal; La traición busca el castigo, El profeta falso, Mahoma; Progne y Filomena. Segunda parte de las comedias de D. Francisco de Rojas Zorrilla: Madrid, 1645.

En el año de 1641 fué nombrado caballero de la orden de Santiago . He aquí todo lo que se sabe de su vida, siendo también desconocida la fecha de su muerte . Una colección de sus comedias, en dos tomos, apareció en Madrid en 1640 y 1645: en el prólogo del segundo se anuncia la publicación de otro tercer tomo, pero parece que éste nunca se publicó; otras muchas comedias, ya escritas sólo por Rojas, ya con otros poetas, existen aún en impresiones aisladas . Rojas se queja en el prólogo del segundo tomo de sus comedias, que en Sevilla se han dado á luz algunas de autores poco conocidos, como si fuesen de otros famosos, y que él ha visto una, titulada Los desatinos de amor, como si fuera suya, cuando bastante tiene con sus desatinos propios para cargar también con los ajenos.

Joco-serias, burlas veras ó reprehensión moral y festiva de los desórdenes públicos, en doce entremeses representados y veinticuatro cantados. Van insertas seis loas y seis jácaras, que los autores de comedias han representado y cantado en los teatros de ésta corte, por Luis Quiñones de Benavente: Madrid, 1645.

Esta comedia se imitó también en Francia prontamente. Scarron lo intentó, y lo hizo en el año de 1645, aunque sea difícil encontrar algo bueno en su Jodelet ou le Maître valet: el desarrollo de la acción es el mismo del original, y, por esta circunstancia, la comedia francesa vale más que otras muchas; pero en su ejecución es muy inferior á la española.

Y para mayor admiración debe ponderarse, que los años anteriores a éste se habían celebrado en esta ciudad dos Autos Generales, el uno a 2 de Abril de 1645, y el otro más vecino a 13 de Enero de 1675, sacando en el primero quince penitentes por varios crímenes, con cuatro más, relajados en estátua; y en el postrero veinte y cuatro reos, con otros seis en estátua, uno relajado en persona, quemado vivo por obstinado y pertinaz; sin embargo, ni en uno ni en otro Auto salió más que un judío, y este forastero, matritense, que fue el que murió en las llamas; siendo así que de los doscientos y doce que se reconciliaron el año 1679, los más, si no todos, como después confesaron ellos propios, eran ya muy de atrás judaizantes.

Felipe IV gustaba de ver pintar a Velázquez, tenía llave para entrar cuando quería en su estudio, hasta se cuenta que permaneció en cierta ocasión sentado tres horas para que le retratase: pero en su carrera de criado de palacio le dejó ascender paso a paso, toleró que se le pagara casi siempre con retrasos, resolvió en contra suya cuando tuvo desavenencias con algún alto dignatario de la servidumbre, como en 1645 con el Marqués de Malpica , y sobre todo le mantuvo en empleos que, obligándole a servir en bajos menesteres, hurtaban tiempo a su arte que fue como mermar su gloria.

Desempeñó en su Orden los cargos más importantes; fué su cronista en Castilla la Nueva; doctor en Teología, y, por último, en 1645, prior del convento de Soria, y como tal debió morir en 1648, á la edad de setenta y ocho años.