United States or Egypt ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tomad un vándalo, un normando y un alano, mezcladlos con el moro más redomado, emborrachad al aborto resultante de esa mezcla y ya tenéis un inglés hecho y derecho.... Me dicen que ahora están invadiendo á Italia, mi patria, como han invadido á Francia. ¡Qué gente, Dios eterno! En todas partes se meten, menos en el cielo.

Pero, ¿y qué inconveniente había en prestarle? que eres tan generoso... , hace cuatro años; ahora no presto ya hasta que no me paguen lo que me deben; es decir, que ya no prestaré nunca. Esa es la sociedad. Y sobre todo, ese que nos ha hablado... ¡Ah! es cierto; recuerdo que era antes tu amigo íntimo: no os separábais.

Y como si esta palabra fuera el tapón de su ira, tras ella corrieron en vena abundante las quejas por lo que el chico había hecho aquella mañana. «Y no quiero hablar ahora del motivo añadió ella ; de esa moza que te has echado... y que sin duda empieza por pegarte su mala educación. Voy a la patochada de esta mañana. ¿Crees que tu tía es algún trapo viejo?».

"De eso pierda, señor, cuidado -le dije yo-, que maldito aquél que ninguno tiene de pedirme esa cuenta ni yo de dalla."

Sin embargo, no debe sostenerse que esas farsas hayan tenido grande influencia en el drama español: esa influencia podrá haber existido por lo que hace á los entremeses, aunque esas imágenes de lo presente se ofrecían por mismas á los ojos de españoles y portugueses, y la facilidad de representarlas más bien es un don natural que aprendizaje ó estudio; y cuanto se relaciona con esto último, el desarrollo íntimo de la acción y el enlace hábil de las escenas, hubo de buscarse más bien en Torres Naharro que en Gil Vicente.

Santa abuelita, yo bien considero que usted dirá: «Salidas de pavana de esa naturaleza oír no quiero.» ¡Pues haga usted lo que le la gana!

Usted no podía dejar de fijarse en que tardaba demasiado en cumplir lo que le había prometido, y si él decía que la compasión le impedía dar un golpe mortal a esa mujer, a usted debió advertirle su corazón de amante que la vuelta del Príncipe al lado de la Condesa, era peligrosa, que la pasión, cuando parece muerta y ya sepultada, surge de improviso, más gallarda que antes.

El señor Baltet es un hombre serio, un hombre que no ha vivido... Te aseguro continuó Francisca casi suplicante, que esa clase de hombres no se aficionan más que a... A las bribonas, tienes razón. La palabra era dura, y la sentí inmediatamente, aunque sin desear retirarla. ¡Bien! articuló Francisca, respirando profundamente.

Doña Martina soltó una carcajada estrepitosa, burda, que hizo arquear levemente las cejas a D. Bernardo. No lo estará V. nunca, si Dios no pone en ello la mano, ¡que ojalá la ponga pronto! Esa felicidad, primero le ha de tocar a don Facundo que a murmuró con voz cavernosa. Hojeda levantó la cabeza turbado.

Como la prensa alarmada acalorase el asunto en los días sucesivos, se formaron juntas, se nombraron comisiones, las cuales a su vez parieron diversas especies de subcomisiones; y hubo discursos seguidos de aplausos... y se lucieron los oradores; y otros, que ávidos estaban de dar sus nombres al público, adquirieron esa celebridad semanal que a tantos desvanece.